Una limpieza eficaz de las lamas se consigue con paños húmedos y bayetas de microfibra, pero es aconsejable el apoyo de medios mecánicos para realizar el proceso.
Comenzamos el proceso de limpieza con un aspirado en seco con la finalidad de eliminar el polvo adherido (muy aconsejable en cortinas con lamas acanaladas); se tiene especial cuidado en este punto de no retorcer las lamas, ya que en el caso de plegarse este tipo de lamas, ya no vuelven a su ser.
Se continúa la limpieza de forma manual y concluímos el proceso con el apoyo de generadores de vapor (vaporetas), que nos garantiza un correcto acabado no solo estético sino también higiénico.
La suciedad más común que encontramos en ellas son acumulaciones de polvo y restos de líquidos.
Un uso excesivo de líquido en el proceso de limpieza puede producir daños irreversibles en las lamas, ya que en gran cantidad de modelos y fabricantes, la parte superior de las mismas tienen piezas metálicas que pueden oxidarse modificando el aspecto de la superficie próxima.
Las cortinas las trasladamos a nuestro local para no ocasionar molestias, no ensuciar otras superficies y facilitar el trabajo.
Todo el proceso acompañado de gran agilidad y calidad.
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