LIMPIEZA DE LOS QUEMADORES DE LA COCINILLA

En la mayoría de recetas de postres es necesario hervir leche. Un descuido de un segundo es suficiente para que se derrame y nos manche la cocinilla. Es muy fácil que se introduzca en los quemadores y su funcionamiento sea peor ya que las llamas serán más débiles, se reducirá su fuerza calórica y estaremos malgastando el gas.

Para que esto no os suceda, en el "Fagoconsejo" de hoy os vamos a explicar como limpiar los quemadores fácilmente.

En primer lugar, evitaremos limpiar con tanta frecuencia los quemadores de la cocina si controlamos una serie de accidentes. Vigilar de cerca la preparación de según que comidas o no llenar hasta arriba las ollas ya que al hervir es muy fácil que se derrame el agua con el arroz que estábamos hirviendo, por ejemplo.

Un truco muy útil para limpiarlos y desinfectarlos consiste en mezclar agua muy caliente con un chorrico de vinagre. Colocaremos los quemadores a remojo para que se suelte toda la grasa y restos alimentarios que pueda haber. Después los dejaremos secar y nos ayudaremos con un trapo para que queden completamente secos. A continuación, espolvorearemos un poco de bicarbonato de sodio y frotaremos con una esponja de aluminio. ¡Listo para colocar!

También podemos limpiar los quemadores rociando limpiador de hornos y frotando con un cepillo de alambre. Aclararemos para eliminar todos los residuos y una vez que estén completamente secos, estarán preparados para su colocación y uso.

En el caso de que solo tengamos algunos de los orificios taponados, cogeremos un alambre fino o una aguja para sacar el residuo que está provocando la obstrucción y volver a usarlo sin realizar los procedimientos anteriores.

Puede ser que los quemadores funcionen a la perfección y no parezcan sucios pero si establecemos una limpieza rutinaria cada cierto tiempo (a corto plazo) conseguiremos mantenerlos mucho más y nos parecerá una tarea muy cómoda y sencilla.

¡Hasta el próximo "Fagoconsejo"!

ELIMINA LAS MANCHAS DE MERCROMINA

Por petición de una de nuestras lectoras, en el post de hoy vamos a dar una serie de "Fagoconsejos" para eliminar las manchas de mercromina.

La mercromina es un antiséptico dermatológico empleado para la desinfección de heridas superficiales, quemaduras y rozaduras. A más de uno, al realizar una cura, se le ha derramado parte de mercromina provocando una mancha en alguna prenda.

 

 

 

 

Un método muy efectivo consiste en frotar la mancha con un trapo humedecido con tónica o soda. Es recomendable colocar un paño debajo para que absorba la mancha y evitar provocar otras.

 

Si la prenda es de color blanco, podemos frotar con lejía. Pero si se trata de una prenda de color, deberemos hacerlo con alcohol de quemar. Sobre tejidos sintéticos, sustituiremos el alcohol por vinagre blanco. Las cantidades serían: 2/3 de agua + 1/3 de lejía, alcohol de quemar ó vinagre blanco.

 

Otra alternativa es mezclar una parte de agua oxigenada con tres cuartas partes de agua. Frotaremos la mancha con esta solución y desaparecerá por completo.

 

Por otro lado, también podemos probar con el siguiente truco que consiste en echar unas escamas de jabón de lavar en agua templada. Cuando el jabón esté disuelto, añadiremos unas gotitas de amoníaco. Frotaremos la mancha con esta mezcla viendo un buen resultado.

 

El último consejo, consiste en mojar con agua tibia la mancha y después aplicar una mezcla hervida de zumo de limón con polvos talco.

 

Esperamos que estos y otros trucos os sean de gran utilidad.

 

¡Hasta el próximo "Fagoconsejo"!

 



 

¿OLORES EN LA COCINA? ¡FUERA!

La cocina es una actividad que nos llena a muchos. Una de las cosas más gratificantes es cuando ves la cara de satisfacción que ponen los comensales cuando les has cocinado su plato favorito. Cocinar, también tiene sus desventajas como, por ejemplo, el olor que se queda en nuestra piel o en la cocina.

 

En el "Fagoconsejo" de hoy, os vamos a dar algunas alternativas para eliminar estos olores que, a veces, son tan molestos y desagradables.

 

 

En el primer apartado, os vamos a explicar como eliminar los malos olores de nuestra piel, cabello y ropa.

 

Cuando hemos estado cocinando, más de una vez se nos ha quedado impregnado el olor del ajo o de la cebolla en las yemas de los dedos o en las uñas. Un método para eliminar estos olores es lavarnos las manos, justo después de haber estado manipulando estos alimentos, con agua de limón. Antes de empezar a guisar, colocaremos gajos de limón en un recipiente con agua. Es importante que lo hagamos antes ya que nuestro objetivo es no mezclar los olores y tener el agua limpia para lavarnos después. Otro método, consiste en mezclar bicarbonato de sodio con un poco de agua. Esta pasta, nos ayudará a eliminar el olor de las manos.

 

Para evitar que los olores se adentren en nuestro cabello, lo más cómodo es tener el pelo recogido bien con una coleta o utilizando una malla. Esto además de evitar olores es muy higiénico.

 

Por último, para que nuestra ropa no se impregne de olores en la cocina, existen varios protectores plásticos como mandiles, cubre mangas o, incluso, botas. Otra opción muy eficiente es cambiarnos de ropa para cocinar, vistiéndonos con ropa más vieja.

 

En el segundo apartado, os vamos a contar algunos métodos para evitar olores en la cocina.

 

Para eliminar los olores de nuestros utensilios de plástico y de madera, debemos ponerlos a remojo con agua y vinagre y después lavarlos de forma habitual.

 

Por otro lado, si lo que queremos es eliminar olores de paredes y suelos, colocaremos en un difusor agua con bicarbonato de sodio y vinagre. Rociaremos esta mezcla y secaremos con un trapo.

 

Otro método que nos ayudará a evitar olores es colocar bicarbonato en seco en algún recipiente de la cocina para que absorba los aromas o incluso podemos colocar un poco dentro de la nevera.

Esperamos que con estos consejos os sea más grato cocinar y que animen a los que no son tan aficionados.

¡Hasta el próximo "Fagoconsejo"!

ACABEMOS CON... ¡LOS BICHITOS MINÚSCULOS DE NUESTRO HOGAR!

Existen cientos de diminutos seres que viven en nuestro hogar. Son tan pequeños que es imposible apreciarlos a simple vista. Estamos hablando de bacterias, virus, hongos... Los lugares donde se encuentran más cómodos suelen ser el baño y la cocina.

 

En el "Fagoconsejo" de hoy, os vamos a explicar cómo terminar con ellos con una buena limpieza y desinfección de aquellas zonas que alientan su crecimiento.

 

 

 

 

Las zonas donde más se reproducen son las siguientes:

• Las esponjas de la cocina y bayetas: no hay nada que les guste más que la suciedad y la humedad. Para mantenerlas bajo control, después de cada uso, aclararemos bien y las dejaremos secar. Por las noches, las dejaremos 5 minutos a remojo en lejía diluida en agua.
• Tablas de cortar: son otro foco de proliferación. Para evitar contaminaciones, desinfectaremos la tabla después de cada uso. Si es de plástico, podemos introducirla en el lavavajillas ya que un buen lavado en agua caliente con su correspondiente detergente, garantiza una mejor limpieza. Si la tabla es de madera, la lavaremos nada más terminar de usarla con un estropajo humedecido con detergente y lejía.
• Fregadero: es un paraíso para estos seres ya que es un lugar en el que se acumulan muchos restos de comida. Al estar mojado, es una zona en la que se reproducen rápidamente. Por eso, es importante que le dediquemos una limpieza diaria.
• Juntas de baño: el rey de esta zona es el moho. Es fácil de verlo y se reconoce porque forma manchas oscuras en las juntas del baño, debajo de los grifos,... zonas ocultas y húmedas a las que debemos prestar atención. Rociaremos un poco de lejía en estas zonas y la dejaremos actuar durante unos minutos. Después limpiaremos el baño como de costumbre.

Es muy importante tener limpios todos los utensilios de la cocina y el baño para evitar que se extiendan y contaminen nuestros alimentos, por ejemplo.

 

¡Hasta el próximo "Fagoconsejo"!